Manises

Manises, situada en la provincia de Valencia, España, es una ciudad con una rica herencia cultural. Una de sus características más destacadas es la tradición de la cerámica, que se remonta a la Edad Media. La ciudad cuenta con numerosos talleres y fábricas de cerámica, y sus cerámicas son muy valoradas tanto a nivel nacional como internacional. Varios museos ubicados en la ciudad muestran la historia y la habilidad artística de las cerámicas de Manises.

Además de su arte cerámico, Manises cuenta con un importante patrimonio religioso, con varias iglesias y capillas que datan de los siglos XIII y XIV. Las más destacadas son la Iglesia de San Juan Bautista y la Ermita de San Francisco de Paula.

Manises también tiene una rica cultura culinaria, con muchos platos locales tradicionales centrados en el arroz, las verduras y los mariscos. El festival anual del arroz de la ciudad es una importante atracción turística, mostrando la cocina y las tradiciones culinarias de la región.

El edificio actual es de estilo neogótico y realizado en ladrillo, aunque se pueden encontrar elementos más antiguos, posiblemente del siglo xiv, en la parte posterior.

La fachada está dividida en tres cuerpos verticales por dos columnas y rematada frontón triangular de vértice muy agudo, con espadaña con campana acabada con una cruz. Destaca su atrio delantero con arcos apuntados. Sobre los arcos laterales se abren ventanales y sobre el central un óculo con doble reborde, todos ellos acristalados. La vivienda del ermitaño está adosada al cuerpo principal y tiene sobre la puerta un panel cerámico con imagen de la santa.

La cubierta del templo es a dos aguas, recubierta con teja árabe y entablado de ladrillo macizo de apoyo.

A la nave principal se accede por una puerta de madera en forma de arco apuntado que se abre en el atrio de la fachada principal. Se cubre con bóveda de crucería y el piso es de baldosas blancas y negras. Presenta la estructura típica de las iglesias de reconquista, esto es, planta rectangular dividida por arcos diafragmas. Tiene el coro a los pies y cuatro capillas laterales cubiertas por bóvedas de arista. Una de las capillas laterales está dedicada a San Blas. El presbiterio tiene bóveda de cascarón con nervios blancos. En él se conserva la imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, del siglo xiv realizada en alabastro. San Blas y Santa Ana son los patrones de Albal.