El puente de piedra del siglo XVIII Catarroja

El puente de piedra del siglo xviii que une Catarroja y Massanassa. Fue construido en 1767 para salvar el Barranco de Chiva, también conocido como de Torrente. El puente se encuentra construido en sillería pulida y fue diseñado por Don Vicente Gascó. Presenta cinco arcos. En el siglo xix fue remodelado gracias a los ingresos recaudados con la desamortización de Madoz. Actualmente presenta cambios como por ejemplo su anchura o la barandilla de aluminio.

El edificio actual es de estilo neogótico y realizado en ladrillo, aunque se pueden encontrar elementos más antiguos, posiblemente del siglo xiv, en la parte posterior.

La fachada está dividida en tres cuerpos verticales por dos columnas y rematada frontón triangular de vértice muy agudo, con espadaña con campana acabada con una cruz. Destaca su atrio delantero con arcos apuntados. Sobre los arcos laterales se abren ventanales y sobre el central un óculo con doble reborde, todos ellos acristalados. La vivienda del ermitaño está adosada al cuerpo principal y tiene sobre la puerta un panel cerámico con imagen de la santa.

La cubierta del templo es a dos aguas, recubierta con teja árabe y entablado de ladrillo macizo de apoyo.

A la nave principal se accede por una puerta de madera en forma de arco apuntado que se abre en el atrio de la fachada principal. Se cubre con bóveda de crucería y el piso es de baldosas blancas y negras. Presenta la estructura típica de las iglesias de reconquista, esto es, planta rectangular dividida por arcos diafragmas. Tiene el coro a los pies y cuatro capillas laterales cubiertas por bóvedas de arista. Una de las capillas laterales está dedicada a San Blas. El presbiterio tiene bóveda de cascarón con nervios blancos. En él se conserva la imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, del siglo xiv realizada en alabastro. San Blas y Santa Ana son los patrones de Albal.