Antiguo edificio de la Escuela de Cerámica de Manises
Este edificio es un referente histórico y cultural de la ciudad, por su calidad arquitectónica y porque durante muchos años albergó una de las dos escuelas de cerámica existentes en España. Pionera en su especialidad, los inicios de la Escuela de Cerámica de Manises se remontan a 1896, año en que se crea, por iniciativa del ingeniero Rafael Valls David, la Escuela de Dibujo, que fue dirigida por Luis Soria, con clases distintas para hombres y mujeres. Asimismo, en la materialización definitiva de este centro de enseñanza, fundamental para la pujante industria local del momento, tuvo un papel destacado Vicente Vilar David, otro ingeniero, quien al frente de un reducido número de empresarios consigue retomar la actividad de la Escuela Elemental de Cerámica en 1914 y que fuera reconocida definitivamente en 1916 como centro de enseñanza oficial de carácter estatal, con el nombre de Escuela Práctica de Cerámica
El edificio actual es de estilo neogótico y realizado en ladrillo, aunque se pueden encontrar elementos más antiguos, posiblemente del siglo xiv, en la parte posterior.
La fachada está dividida en tres cuerpos verticales por dos columnas y rematada frontón triangular de vértice muy agudo, con espadaña con campana acabada con una cruz. Destaca su atrio delantero con arcos apuntados. Sobre los arcos laterales se abren ventanales y sobre el central un óculo con doble reborde, todos ellos acristalados. La vivienda del ermitaño está adosada al cuerpo principal y tiene sobre la puerta un panel cerámico con imagen de la santa.
La cubierta del templo es a dos aguas, recubierta con teja árabe y entablado de ladrillo macizo de apoyo.
A la nave principal se accede por una puerta de madera en forma de arco apuntado que se abre en el atrio de la fachada principal. Se cubre con bóveda de crucería y el piso es de baldosas blancas y negras. Presenta la estructura típica de las iglesias de reconquista, esto es, planta rectangular dividida por arcos diafragmas. Tiene el coro a los pies y cuatro capillas laterales cubiertas por bóvedas de arista. Una de las capillas laterales está dedicada a San Blas. El presbiterio tiene bóveda de cascarón con nervios blancos. En él se conserva la imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, del siglo xiv realizada en alabastro. San Blas y Santa Ana son los patrones de Albal.